“Baja comprensión lectora en futuros profesores: ¿realidad o ruido mediático?”
En la prensa nacional ha circulado un titular alarmante sobre la “baja habilidad lectora” de los futuros profesores, quienes tendrían dificultad para comprender artículos académicos. Una información basada en un estudio reciente que debe ser analizado con cautela.
Primero, la muestra del estudio es limitada y solo contempla 72 estudiantes de Pedagogía de una misma institución. Generalizar a partir de este grupo no permite sacar conclusiones sobre el nivel lector de toda la población de futuros docentes del país.
Segundo, afirmar que “muchos no comprenden un paper académico”, implica obviar que el estudio se realizó con estudiantes en formación que requieren más que el dominio de la lengua materna para comprender un artículo científico. Las habilidades de lectura se desarrollan a lo largo de toda la vida.
Tercero, la literatura internacional ha identificado desde hace décadas la desmotivación progresiva por la lectura a lo largo del ciclo escolar, desde la enseñanza básica. Este fenómeno también afecta a los futuros profesores durante su formación, como lo demostró nuestra investigación financiada por ANID.
¿A qué tipo de lecturas se expone el futuro profesor durante su formación? ¿A qué modelos lectores? Si la lectura de papers es poco frecuente y no se les está dotando de capacidades para leer información estadística de manera autónoma. ¿Cómo podrán estos futuros profesores tomar decisiones fundadas en evidencia para la mejora de aprendizajes en el aula?
Es necesario re-pensar el lugar de la lectura y escritura en el curriculum de formación docente como un eje transversal y no solo materia de una asignatura “remedial”. A este respecto, vale la pena recordar las palabras de Gabriela Mistral: “La maestra que no lee tiene que ser mala maestra: ha rebajado su profesión al mecanismo de oficio, al no renovarse espiritualmente”.