Cerca del 15% de la población tiene trastornos del sueño
El Insomnio es síntoma de una enfermedad o de estilos de vida poco saludables, precisó la académica de la Facultad de Ciencias de la Salud de la UTalca, Marcela Marín
Cada 18 de marzo se conmemora el Día Mundial del Sueño, efeméride que busca dar a conocer la importancia de la prevención y los posibles tratamientos a los problemas relacionados al descanso que afectan a un gran número de personas en el mundo. Al respecto, la académica de la Facultad de Ciencias de la Salud, Marcela Marín, señaló que cerca de un 15% de la población está afectada por estos trastornos. “Estos problemas van aumentando con la edad”, precisó.
Entre ellos se encuentra el insomnio, la hipersomnia, y los trastornos respiratorios, entre otros. Los que de acuerdo a la profesora no son enfermedades en sí, sino “un síntoma de que algo está ocurriendo”.
Hay diversos estudios que indican sus causas, dijo la profesional de la salud. “Se puede relacionar a la calidad de vida de los pacientes, por ejemplo, personas que viajan mucho, quienes tiene depresión, grandes preocupaciones o estrés. Es muy variado y requiere de una batería de pruebas para concluir qué puede estar originando el problema, es muy importante buscar la causa específica”, señaló.
Marín agregó que existen estudios que relacionan el dormir menos con el sobrepeso u obesidad, lo que efectivamente podría estar ligado al aumento del índice de masa corporal en la población chilena.
Causas y efectos
Por su parte, el director del Magíster en Ciencias Biomédicas de la UTalca, Sergio Wehinger, expresó que el insomnio, además, puede provocar problemas sicológicos y físicos. “Hace pocos años se descubrió que afecta a nivel celular, pues los ciclos de sueño permiten degradar y recomponer proteínas, y si uno deja de dormir se interrumpe este proceso, provocando efectos graves en las células a nivel de las neuronas”, detalló.
El académico agregó que si estos trastornos son aislados “aumentan o empeoran el estrés, disminuyen la capacidad de concentración, y afectan temporalmente la capacidad intelectual, pero a largo plazo, si es constante, puede tener efectos físicos como cansancio y dolores parecidos a la fibromialgia, y otros muy negativos en el sistema cardiovascular, como el aumento de la presión sanguínea que conllevaría a hipertensión, problemas renales, cardiacos, infartos al miocardio o accidentes cerebrovasculares”.
Confirmando lo que señaló la profesora Marín, Wehinger explicó que los orígenes del insomnio están principalmente en los problemas sicológicos, especialmente el estrés y en enfermedades crónicas como la obesidad, “que causa apnea o falta de aire; en la rinitis alérgica; fibromialgia, artritis; todo ese tipo de cosas pueden afectar el sueño”.
Para mejorar estas situaciones, el científico recomendó que poco antes de ir a dormir se debe evitar comer abundantemente, no hacer ejercicio, evitar usar pantallas como celulares, computadores o televisores, además de agregar, por ejemplo, una ducha tibia o caliente que pueda favorecer el sueño.